Los tumores raquimedulares son masas que aparecen en la médula espinal o en sus cubiertas. La causa de este problema está en un crecimiento sin control de las células de componentes de la columna o de la médula espinal. Es posible también que se produzca por una metástasis al aparecer células tumorales de otras puntos de nuestro organismo.

Hay que señalar que estos tumores raquimedulares pueden ser una lesión benigna o maligna. Las primeras suelen presentar un crecimiento lento y encontrarse bien delimitadas. Además, podrán ser extirpadas completamente mediante una intervención quirúrgica. Los casos más habituales suelen ser los de los neurinomas y los meningiomas.

Por su parte, los tumores malignos presentarán un crecimiento veloz, infiltrándose, además, en los tejidos de alrededor, haciendo muy difícil que se puedan establecer unos límites claros de la lesión. Además, tras una intervención, volverá a reproducirse. El caso más habitual de este tipo suelen ser los gliomas.

Los síntomas que suelen presentar estos tumores raquimedulares suelen ser bastante claros. Éstos suelen abarcar desde una pérdida de fuerza en una parte del cuerpo, falta de sensibilidad, merma en el control de la orina o en el esfínter anal o, incluso, sensación de descargas eléctricas. El motivo de que aparezcan estas señales será que la lesión puede comprimir, desplazar o invadir ciertas vías nerviosas, provocando un mal funcionamiento de las mismas.

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